Un día amaneces y te fijas en tu almohada… ¡Vaya! Qué de pelos. Tal vez la primera vez no le das importancia. Los retiras y te olvidas. Sin embargo, cuando a la mañana siguiente vuelves a ver tu cabello desprendido, comienza a nacer una preocupación: puede que estés sufriendo los primeros síntomas de la alopecia.
La caída del pelo es uno de ellos, pero no es el único. Existen diferentes señales de alarma que sirven como aviso de que hay que actuar y poner remedio cuanto antes. ¿Sabes cuáles son? ¡Te los contamos a continuación!
¿Qué causa los síntomas de la alopecia?
Diariamente perdemos más de 100 cabellos como consecuencia natural de las fases del crecimiento del pelo. Cuando se desprende una cantidad superior se habla entonces de alopecia, lo cual puede ocurrir a cualquier edad, tanto en hombres como en mujeres.
Más allá de la influencia de los años, este trastorno capilar puede desarrollarse por una alteración del folículo piloso o ser secundario a una enfermedad sistémica, una infección, una medicación o un trauma.
En ambos casos, la caída del cabello es reversible (alopecia no cicatricial) o permanente (alopecia cicatricial).
Alopecia no cicatricial
Es muy frecuente y se clasifica en varios tipos, destacando los siguientes:
- Alopecia androgénica: debida a factores genéticos y hormonales. Es la calvicie más habitual.
- Alopecia areata: es de origen autoinmune, influyendo también los genes.
- Alopecia difusa: aparece por diversos motivos, como patologías, alteraciones endocrinas, déficits nutricionales, medicamentos (quimioterapia, anticoagulantes, exceso de vitamina A…), estrés, embarazo y parto, etc.
Alopecia cicatricial
No es tan común como la anterior. Por un lado, puede deberse a un daño en el folículo piloso por motivo genético, autoinmune o desconocido. Por otro puede ser secuela de una infección, una enfermedad, un proceso tumoral, una radioterapia o una quemadura.
De una forma u otra, el folículo es sustituido por un tejido cicatricial en el que ya no crece pelo.
Otras alopecias
Hay ciertas calvicies que son complicadas de clasificar, ya que no responden a un patrón concreto.
Entre las más conocidas está la alopecia traumática, provocada por traumatismos físicos repetitivos. Por ejemplo hacerse peinados tensos (trenzas, moños…) o utilizar productos como tintes.
¿Cuáles son los síntomas de la alopecia?
Los síntomas de la alopecia varían según la causa del trastorno, surgiendo repentina o progresivamente y afectando solo al cuero cabelludo o a todo el cuerpo. ¿Crees que sufres alguno?
Pérdida de cabello en la parte superior de la cabeza
Suele ocurrir con la edad y corresponder a la alopecia androgénica.
En hombres se manifiesta como la aparición de entradas, calvicie en la coronilla y un retroceso de la línea frontal del pelo.
En ellas lo habitual es que se ensanche la raíz del cabello y se pierda densidad. Así mismo, como explica la Fundación Piel Sana, cada vez es más común que haya una regresión capilar de la frente en mujeres mayores. Normalmente tras la menopausia como consecuencia de una alopecia fibrosante.
Regiones despobladas
A veces surgen zonas alopécicas en forma de parches circulares sobre el cuero cabelludo, la barba o las cejas, pudiendo haber picazón o dolor en la piel antes de que se caiga el pelo. Estos son los típicos síntomas de la alopecia areata.
Hay otros casos en los que la pérdida de cabello se presenta en cualquier parte del cuerpo debido a ciertas enfermedades o tratamientos como la quimioterapia.
Pelos que se desprenden con facilidad
No solamente hablamos de observar mechones en la almohada, sino también de que se queden en el cepillo, en la ducha o en las manos al frotarse la cabeza.
Si la caída es excesiva puede haber un adelgazamiento general del cabello, tal y como sucede en la alopecia difusa.
Dolor o molestias en el cuero cabelludo
Si hay enrojecimiento, picores o zonas descamadas quizás se deba a una dermatitis, una psoriasis o la presencia de hongos (tiña), todo ello causas de la pérdida de pelo. Puede acompañarse de cabellos quebrados, hinchazón y, en ocasiones, exudado.
Exceso de caspa
¿Cuándo te rascas la cabeza ves caer muchos pequeños restos de piel?
La descamación exagerada, además de producir picor y eritema, acelera la caída del cabello y la alopecia.
Pelo graso
El desarrollo normal del pelo está dificultado cuando hay una secreción excesiva de sebo, ya que se obstruyen los folículos pilosos y puede conducir a la denominada alopecia seborreica.
Este tipo de cabello suele ser brillante, complicado de peinar, se ensucia con facilidad e incluso llega a desprender mal olor. Se detecta porque al pasar los dedos por el cuero cabelludo las yemas quedan con una especie de sustancia oleosa.
¿Qué tratamiento hay para la alopecia?
El primer remedio es cuidar el pelo desde dentro y desde fuera:
- Mantenlo limpio con champús adecuados. Sécalo con una toalla y después al aire libre o con un secador a temperatura media.
- Evita agresiones: tirones al peinarlo, tratamientos fuertes (plancha, permanentes, mascarillas en raíz…) y peinados que lo tensen mucho.
- Adopta hábitos saludables de vida: come bien, haz ejercicio frecuente, descansa correctamente y practica ejercicios de relajación si lo necesitas.
- Deja de fumar. Sin más.
- Protégete de la exposición prolongada al sol y otras fuentes de radiación ultravioleta.
Si estás tomando una medicación que provoca calvicie, pregunta a tu médico la posibilidad de sustituirla por otra que no lo haga. Y si padeces alguna enfermedad que curse con ello, debes tener pautado el tratamiento oportuno.
La pérdida de cabello no siempre requiere terapia, ya que hay ocasiones en que revierte sola como sucede en el efluvio telogénico.
En caso de que sí sea necesaria, existen diferentes alternativas como los fármacos Dutasteride o Minoxidil, la luz de baja intensidad, el PRP capilar o la eficaz técnica FUE Zafiro.
Ahora que ya conoces los síntomas de la alopecia, vigílate y consulta con un especialista si notas una caída excesiva de pelo. Cuanto antes actúes, mejores resultados vas a obtener. ¡No permitas que sea demasiado tarde!