¿Quién no ha visto alguna vez pelos en la almohada o en la ropa y se ha preguntado por qué? Si bien una caída excesiva puede ser un signo de calvicie, también hay una pérdida natural como parte del ciclo capilar, un proceso fisiológico que involucra las distintas fases del crecimiento del pelo.
Comprender este ciclo y los factores que lo alteran nos permite detectar las causas de la caída del pelo y evitar una posible alopecia. ¿Eres de los que prefiere prevenir antes que curar? ¡Continúa leyendo!
¿Cómo es un pelo?
El pelo es una estructura filamentosa que se inserta en la epidermis. Se divide en dos partes: la visible, que corresponde al tallo piloso, y la que está bajo la piel, que es la raíz pilosa.
- El tallo se compone principalmente de queratina dura y consta de tres capas. De dentro a fuera: médula, corteza y cutícula.
- La raíz incluye el bulbo piloso, donde se concentran las células vivas que participan en las fases del crecimiento del pelo.
La cavidad epidérmica en la que se inserta el cabello se denomina folículo piloso. Aquí encontramos la papila dérmica, una zona compuesta de tejido conjuntivo y vasos sanguíneos que conecta con el bulbo piloso y permite la llegada de nutrientes esenciales para el pelo.
Asociado al folículo están la glándula sebácea y el músculo erector. La primera es la responsable de acondicionar el cabello y mantenerlo en correctas condiciones, mientras que el segundo es el encargado de proporcionar la dirección al pelo cuando crece.
¿Cuáles son las fases del crecimiento del pelo?
El cabello nace, crece, se desprende y vuelve a crecer. Es un ciclo regenerativo que se repite hasta 20 veces por cada folículo piloso y que ocurre en tres fases: anágena, catágena y telógena. No existe una sincronización, por lo que cada pelo puede encontrarse en una etapa diferente.
Fase anágena
La fase anágena es la primera, en la que el cabello crece aproximadamente 1 centímetro al mes gracias a la rápida división de las células del bulbo piloso. Hasta un 90% del pelo se encuentra en esta etapa, la cual dura de 2 a 5 años.
Fase catágena
Una vez que termina de crecer, el cabello entra en la fase catágena, un periodo corto de transición que se prolonga unas 3-6 semanas. Aquí lo que sucede es que el bulbo piloso deja de conectar con la papila dérmica, por lo que el crecimiento del pelo se detiene. El número de folículos pilosos en esta etapa es muy pequeño.
Fase telógena
Finalmente se da la fase telógena, en la que comienza la caída del cabello durante alrededor de 3 meses. En torno al 10-15% de los pelos se encuentra en esta etapa.
Algunos autores hacen referencia al desprendimiento en sí del cabello como una cuarta fase: la exógena. Esta ocurre a la par que se va formando el nuevo pelo que va a reemplazar al que se caiga.
¿Qué es lo que puede alterar las fases del crecimiento del pelo?
Las personas poseemos alrededor de 100000 folículos pilosos y perdemos unos 100 pelos diarios. A lo largo de los años esto se ve afectado por factores tanto externos como internos.
Los factores internos
Existen una serie de condicionantes propios de nuestro organismo que afectan a las distintas fases del crecimiento del pelo:
- Con la edad disminuyen los folículos y, por tanto, la cantidad de cabello que puede crecer.
- La genética marca la duración del ciclo capilar y puede ser determinante en algunos tipos de calvicie como la alopecia androgénica o la alopecia areata.
- Las hormonas afectan al folículo piloso de diferentes maneras. El ejemplo más característico son los andrógenos, que inhiben el crecimiento del pelo del cuero cabelludo al acortar la fase anágena. Esto explica que se favorezca la calvicie cuando hay una mayor sensibilidad a su acción (lo que sucede en la alopecia androgénica) o hiperandrogenismo.
- A través de la sangre llegan nutrientes al cabello para que crezca, por lo que un riego inadecuado va a causar el debilitamiento.
Los factores externos
En primer lugar, la alimentación es esencial para que se nutra el pelo y pueda crecer. De esta forma, se ha visto que el déficit de proteína, hierro o zinc, así como el exceso de vitamina A contribuyen a la alopecia.
El consumo de tabaco también parece afectar al crecimiento capilar de varias formas. De hecho, en un estudio se vio que el riesgo de sufrir alopecia areata es un 84% mayor en personas fumadoras.
Como cabría esperar, el estrés origina uno de los tipos de calvicie más comunes: el efluvio telogénico. El motivo es el aumento excesivo de cortisol en el organismo y la consecuente reducción de proteoglicanos, componentes esenciales del folículo piloso.
Por otra parte, ciertos medicamentos (citotóxicos, antihipertensivos…) pueden modificar directamente el ciclo capilar y conducir a una calvicie.
La manera en la que cuidamos nuestro pelo influye igualmente:
- La aplicación de determinados productos químicos (tintes, lacas…) daña la cutícula del cabello y lo debilita.
- La exposición prolongada al sol sin protección indumentaria puede deteriorar el cuero cabelludo y favorecer la caída.
Se dice también que durante el otoño se pierde más pelo. Lo que ocurre realmente es que crece menos porque estos meses suelen coincidir con la etapa telógena del folículo piloso.
Como ves, son muchos los factores que alteran las fases del crecimiento del pelo. De ahí la importancia de conocerlos, ya que así podremos orientar el manejo terapéutico si sufrimos signos de alopecia. Si tienes cualquier duda y te preocupa la pérdida de cabello, contacta con nosotros. En cualquier caso, ¡a seguir cuidando tu pelo!