Cuando uno se plantea solucionar los signos de alopecia mediante cirugía es probable que tenga mil y una dudas. Entre ellas hay una que suele preocupar especialmente, y es el postoperatorio del trasplante capilar: ¿es doloroso? ¿Se puede volver pronto a la rutina habitual? ¿Cuándo se ven los resultados definitivos?

Hay que tener en cuenta que es una intervención mínimamente invasiva, ya sea realizada mediante la técnica FUE, la técnica FUSS o el Trasplante de Pelo Corporal (BHT). Por tanto la recuperación suele ser rápida, aunque eso no significa que no haya que prestarle atención y ser muy cuidadoso.

De hecho, seguir las recomendaciones es fundamental para que la cirugía sea verdaderamente efectiva. ¡Continúa leyendo para saber cuáles son!

¿Cómo son los tres primeros días del postoperatorio del trasplante capilar?

La operación y las horas siguientes

Según el grado de alopecia que presente la persona y el tamaño del área a tratar, el microinjerto capilar puede durar de 4 a 8 horas. En realidad no es una cirugía complicada, pero sí que requiere un trabajo muy meticuloso por parte del especialista al implantarse los pelos de uno en uno. El proceso es totalmente indoloro al hacerse con anestesia local y sedación oral.

Una gran ventaja de esta intervención es que no necesita hospitalización. Una vez que se ha terminado y se ha comprobado que todo está bien, el paciente puede marcharse a casa. 

En primera instancia se aconseja que no se conduzca, ya que pueden perdurar los efectos sedantes y haber riesgo de accidente.

Por otra parte, es común que se receten para unos cuatro días algunos medicamentos como antibióticos, analgésicos o protectores de estómago. El objetivo es paliar los posibles efectos adversos de la operación.

Síntomas que pueden aparecer

Al ser una cirugía poco invasiva, no causa demasiados problemas. Durante la primera noche puede darse alguna que otra molestia en la zona donante (de donde se extrae el pelo a injertar), pero no llega a ser doloroso y responde bien a los analgésicos.

También puede surgir un ligero edema en la cara y ojos como consecuencia de la anestesia. Es una reacción normal y suele remitir en uno o dos días sin necesidad de tratamiento.

A partir del tercer día puede enrojecerse el área receptora donde se ha trasplantado el pelo y formarse una pequeña capa de costras.

Estas no se deben arrancar. Son algo natural como parte del mecanismo de cicatrización de la piel, debido a que para realizar cada injerto se tiene que practicar una microincisión. Es decir: son una buena señal. 

Más allá de estas manifestaciones típicas, en un estudio se vio que a lo largo del postoperatorio del trasplante capilar pueden aparecer algunas complicaciones muy poco frecuentes. Por ejemplo cicatrices hipertróficas, foliculitis, sangrado, infección o parestesia. 

Pautas a seguir

La etapa inicial tras la intervención es clave para que los resultados sean efectivos y permanentes, debiéndose adoptar una serie de cuidados:

¿Qué cuidados hay que tener durante el primer mes?

El postoperatorio de un trasplante capilar realmente es agradecido. Permite la reincorporación a la vida cotidiana a partir del quinto o sexto día.

Sin embargo, continúa siendo esencial cumplir una serie de pautas a lo largo del mes posterior para que la recuperación sea óptima:

¿Cuándo son definitivos los resultados?

Ocurre algo curioso en torno a las tres semanas después de la operación, y es que pueden caerse los pelos injertados. Aunque asusta, es completamente normal. 

Lo que pretendemos conseguir con el implante es restaurar la función capilar y que el cabello crezca de forma natural.

Si bien la recuperación como tal es rápida, los folículos pilosos tratados tardan hasta 6 meses en empezar de nuevo las fases del crecimiento del pelo. En ese momento la densidad capilar aumenta de forma muy paulatina y se va apreciando poco a poco.

Los resultados definitivos se observan hasta un año después de la cirugía, lo que en verdad supone una ventaja. ¿Por qué? Porque el pelo crece progresiva y naturalmente, así que no hay una mejora brusca que delate que la persona se ha hecho un trasplante.

Y por si te lo preguntas: no. El nuevo cabello que nace no se cae. Si se han seguido correctamente todos los cuidados anteriores ni siquiera sería necesario repetir la intervención. Eso sí, en el caso de que se quiera una densidad mayor a la obtenida, entonces sí que podría considerarse otro implante.

La gran evolución que ha habido en la cirugía del pelo en los últimos años ha propiciado que el postoperatorio del trasplante capilar sea sencillo. No obstante, cada persona es un mundo y puede tardar más o menos en disfrutar de los efectos de la operación. Si estás planteándote un microinjerto de cabello, no dudes en contactar con nosotros. Te resolveremos cualquier duda que tengas. ¡Te esperamos!

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