La alopecia areata es un tipo de calvicie en la que aparecen “parches” en los que se ha caído el pelo. Se engloba dentro de las alopecias no cicatriciales, considerándose la segunda más frecuente dentro de estas. 

En concreto, afecta a alrededor del 2% de personas, tanto hombres como mujeres. Puede ocurrir a cualquier edad, aunque la mayor incidencia se da entre los 20 y 50 años según el Instituto de Dermatología Avanzada.

¿Existen antecedentes de calvicie en tu familia? Entonces quizás seas candidato para este trastorno capilar, ya que es una enfermedad autoinmune con un fuerte carácter hereditario. Debido a ello, es importante que conozcas cómo se presenta y cuál es su tratamiento. ¡Vamos allá!

¿Qué causa la alopecia areata?

El origen parece ser genético e inmune

En condiciones fisiológicas normales, el folículo piloso posee una barrera inmunológica que lo protege del propio sistema inmune. Sin embargo, en las personas que sufren alopecia areata dicha barrera parece encontrarse modificada. Esto favorece el ataque de células inmunitarias al bulbo piloso. En consecuencia, el pelo se vuelve frágil y se cae. 

Se han identificado diversos genes asociados a esta situación. Genes que involucran el sistema inmune y que curiosamente relacionan esta enfermedad con otras patologías autoinmunes como la dermatitis atópica y el vitíligo.

Además existen otros factores que pueden contribuir al desarrollo de este tipo de calvicie. Ejemplo de ello son el estrés oxidativo, la alteración en la composición celular del fluido linfático o los cambios en la microbiota intestinal.

El principal desencadenante es el estrés

Debido al marcado componente genético que se asocia a este trastorno capilar, es habitual que haya una predisposición a sufrirlo en aquellas personas que tienen antecedentes familiares de alopecia. Incluso si hay historial de enfermedades autoinmunes.

Pero aunque los genes estén ahí, la pérdida de cabello suele ocurrir después de un episodio fuerte de estrés físico o emocional como el que pueda ocasionar una enfermedad, un embarazo o un traumatismo.

¿Cuáles son los síntomas y tipos de alopecia areata?

Los parches: la lesión más característica

La alopecia areata se presenta en forma de placas o parches redondos y lisos en los que se ha caído el pelo repentinamente. Aparecen sobre todo en el cuero cabelludo, pero puede verse afectada cualquier zona como la barba o las cejas. 

Normalmente comienzan surgiendo uno o varios parches de 1 a 4 centímetros. A partir de aquí la evolución es algo caótica, ya que estas placas iniciales pueden expandirse o pueden aparecer nuevas que incluso se unan entre sí. Hay probabilidad de recaídas y puede llegarse a la calvicie total al cabo de unos 6 meses.

Se distinguen varios cuadros clínicos en función de cómo se manifiesten estas lesiones:

Otras manifestaciones asociadas

Los parches son el signo más típico, pero se pueden observar otras manifestaciones como:

Todos estos síntomas no interfieren demasiado en la calidad de vida, siendo más preocupante la afectación psicológica que deriva de no sentirse atractivo. Es normal que haya falta de autoestima, trastornos depresivos y de ansiedad, etc.

a) Alopecia areata parcial limitada; b) Alopecia areata parcial extensa; c) Parche activo con pelos en forma de interrogación y un ligero eritema; d) Alopecia universalis; e) Ofiasis; f) Pelos canosos por alopecia areata; g) Punteado ungueal y estriación longitudinal por alopecia areata. Fuente: Herbert C et al. Alopecia areata. Nat Rev Dis Primers. 2017

¿Tiene cura la alopecia areata?

El pelo puede crecer de nuevo

Una de los aspectos que caracteriza a esta patología es que el pelo puede regenerarse de forma natural. El problema es que tarda hasta un año en hacerlo y mientras tanto pueden aparecer más parches. 

De esta forma, si la pérdida de cabello no es generalizada es común que haya una recuperación total en unos meses y sin tratamiento.

Sin embargo, hay casos concretos en los que sí se requiere terapia. Por ejemplo jóvenes que desarrollan prematuramente esta calvicie o pacientes que sufren de alopecia areata total o universal.

Hay tratamiento, pero…

Existen algunos tratamientos que permiten manejar la enfermedad cuando la severidad es mayor, pero ninguno logra una cura total

Las estrategias de primera línea son:

Otra alternativa destacable es la inmunoterapia de contacto, en la que se aplica un alérgeno sobre la lesión para modular la respuesta inmunitaria. En un reciente meta-análisis se ha visto que los resultados son variables.

Para la mayoría de los pacientes con una alopecia areata grave los tratamientos actuales no son eficaces. Debido a ello puede ser necesario el apoyo psicológico y, de forma complementaria, la utilización de pelucas u otros métodos para cubrir las placas sin cabello.

Conocer la causa de la caída del pelo es fundamental para orientar su manejo terapéutico. De esta manera, saber qué es la alopecia areata te puede ayudar a identificarla para acudir a un especialista que te diagnostique adecuadamente. Si piensas que la estás sufriendo, ¡no esperes más!  

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